1a. etapa : Almansa-Alcalá de Jucar

Total etapa :  67 Km

Tiempo:   5h 03'   El camino va el 60% por carreteras locales

La señalitzación : correcta y suficiente

Altura máxima 1106 m. Ascenso total : 541 m

 


En Almansa nos alojamos en el Hostal" Estudio", que está situado en la c/Méndez Núñez, 44 ( Tf 967341709).  Dormimos bien y, como será norma durante todo el trayecto, nos levantamos a la 7´30. La calle del hostal, solitaria y tranquila, invitaba a hablar bajo , no fuera que despertásemos a alguien antes de su hora. La mañana era fresca y presagiaba un buen día para pedalear. Preparadas las máquinas, nos dirigimos al mercado municipal en donde desayunamos café con leche y churros (porras). Finalizada esta importante tarea, nos dirigimos hacia el polígono industrial, la fábrica Bimbo era el punto de referencia, ya que cerca de ella se encuentra el inicio de nuestra ruta. Pronto aparecen las primeras flechas amarillas. El camino comienza a ascender poco a poco, entre huertos y tierras cerealistas. Serpenteando y ascendiendo el camino  nos va acercando al Mugrón, montaña de 1209 m que será momentáneamente nuestro punto de referencia. Pasamos a sus pies camino de la carretera CM 3201. A ella llegamos y seguimos hasta Alpera, donde nos detenemos para efectuar una visita fugaz y revisar como van las mochilas. Dado que la carretera no presentaba ni tráfico ni peligro, decidimos seguir por ella (CM 3201) hasta Alcalá de Júcar.  La carretera planea más de lo que esperábamos y los quilómetros van cayendo sistemáticamente a buen ritmo, de manera que a las 13 h ya estábamos en la puerta del Hostal "El Júca"r, c/ Batan, 1 Tf 967473055 Sr. Maxi, de Alcalá de Júcar. Fue un acierto llegar tan pronto, pues, este pueblo merece una parada tranquila. Alcalá, población turística y acogedora, ofrece al visitante una buena gama de posibilidades culturales, tales como: visitar su Castillo, las diferentes cuevas, la ribera del rio, su anfiteatro etc . Hacer el “giri japonés” es una buena actividad y a ella nos dedicamos  toda la tarde. De vuelta al hotel, planificamos la ruta del día siguiente, cenamos y después de una manzanilla con anís, nos introdujimos en la fase rem. Un poco adormilado, haciendo un repaso del día, concluía que éramos unos privilegiados.  Pero, y mañana? ¿Nos seguirá acompañando la suerte?  Mañana, seguramente, será  otra historia. 


                       PERFIL ETAPA